Hacer un risotto no es difícil, pero sí que requiere de paciencia y mimo al arroz. Y si vuestros comensales creen que son jurado de Masterchef, más paciencia aun jejeje. Lo digo porque no podía usar ingredientes básicos como el parmesano,ni similares como la nata o leche evaporada. Y después, no podía hacerlo ni de marisco ni que llevara setas… Difícil pero no imposible. Decidí hacer un risotto de jamón y en lugar de setas, que es la combinación más habitual, usé calabacín. El parmesano lo sustituí por mucha paciencia y mimo. Empecemos!
Risotto de calabacín y jamón para 3 personas:
-1 cebolla
-1 calabacín
-250 gr de arroz arborio o bomba en su defecto.
-100 gr de jamón ibérico
-Vino blanco
-Caldo de jamón
-Aceite de oliva
-Mantequilla
-Parmesano recién rallado (o nata o leche evaporada)
Elaboración:
Cortamos en daditos la cebolla y el calabacín.
Cubrimos la base de nuestro recipiente (sartén o cacerola) con aceite, preferiblemente, virgen extra (AOVE) y una vez caliente, sofreímos la cebolla y el calabacín. Cuando estén pochaditos, añadimos el arroz y mezclamos bien para que vaya absorbiendo el sabor. Desde aquí, medimos 3 minutos en los que echaremos el jamón y el vino.
Añadimos también el jamón y seguimos moviéndolo. Luego el vino blanco y removemos hasta que el arroz lo haya absorbido del todo.
Luego añadimos el caldo de jamón hasta casi cubrir el conjunto y no paramos de mover con suavidad. El arroz estará soltando el almidón que hará más cremoso nuestro arroz. Este proceso debe durar 17 minutos a fuego medio.
El truco consiste en añadir el caldo poco a poco, antes que el arroz lo absorba, añadir más y no parar de remover para que vaya soltando el almidón y nos quede cremoso. Cuando quede poco caldo, volvemos a echar un cacito y seguimos removiendo
Tras 15 minutos, añadiríamos el parmesano (aunque yo no pude hacerlo…) y seguimos removiendo. El resultado será un arroz muy cremoso y con muchísimo sabor a jamón.
Para la presentación, podemos hacer un crujiente de jamón, que es sencillo de elaborar. Sólo tenemos que precalentar el horno a 180 grados. Colocar lonchas de jamón (podemos darle formas cortándolas) sobre papel de horno y volver a cubrirlas con más papel. Debemos colocar algo de peso plano encima para darle mejor resultado. En 20 minutos tendremos unas lonchas de jamón muy crujientes con la forma que deseemos.
Espero que os guste, y si lo hacéis en casa, me mandéis vuestras impresiones.